domingo, 23 de agosto de 2015

Ana Frank y su diario

  A los 13 años de edad, Ana Frank recibió su diario como un obsequio, comenzando a escribir sus pensamientos más íntimos y modo de vida. Lo que podría haber sido un diario común, igual que el de cualquier otra niña, pasó a ser el testimonio de uno de los períodos más oscuros de la historia.

  Naturalmente, se lo lleva al escondite. En la casa de atrás, Ana deja de ser una niña y se convierte en una joven mujer. Reflexiona cada vez más  sobre la vida y describe sus ideas en su diario.

  En la casa de atrás Ana no hace únicamente apuntes en su diario. También escribe pequeñas historias y copia en un cuaderno frases bonitas de otros autores. «Unas semanas atrás me puse a escribir un cuento, algo que fuera pura fantasía, y me ha dado tanto gusto hacerlo, que mis creaciones literarias ya se van apilando». Las cartas que Ana Frank escribe a Kitty, nombre con el cual ha bautizado a su diario, se extienden con rapidez. Durante su estancia en el escondite, el diario le sirve para desahogarse. 



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